miércoles, 11 de noviembre de 2009

Todo lo que necesito

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Todo lo que necesito saber lo aprendí en la Escuela Infantil


Todo lo que realmente necesito saber sobre cómo vivir y cómo ser,
lo aprendí en la Escuela Infantil.
La sabiduría no estaba en la cima de la montaña
de los títulos académicos, sino en el montón de arena del patio.
Estas son las cosas que yo aprendí:

Compartirlo todo.
Jugar sin hacer trampas.
No pegar a la gente.
Poner las cosas en su sitio.
Arreglar mis propios líos.
No coger las cosas de otros.
Decir “lo siento” cuando hiero a alguien.
Lavarme las manos antes de comer.
Tirar de la cadena.
Las galletas y la leche son buenas.
Vivir una vida equilibrada:
aprender algo, pensar algo, dibujar, pintar, bailar, jugar y
trabajar algo todos los días.
Echarme la siesta cada tarde.
Cuando salgo al mundo:
tener cuidado del tráfico, agarrarnos de la mano y permanecer juntos.
Estar atento a las maravillas.

Recordar la pequeña semilla en el vaso: las raíces van para abajo y las plantas crecen hacia arriba y realmente nadie sabe cómo ni por qué, pero nosotros somos igual que eso.

Los peces de colores, los hámster, la tortuga e incluso las semillas del vaso se mueren, así que también lo haremos nosotros.

Y recuerda los cuentos y la primera palabra que aprendiste, la palabra más importante del mundo: MIRA.

Todo lo que necesitas saber está ahí, en alguna parte.

La regla de oro: el amor, la higiene básica, la ecología, la igualdad, y la vida sana... todo está allí, en el jardín.

Coge cualquiera de estas normas y ponla en los sofisticados términos de los adultos y aplícala a la vida en tu familia o en tu trabajo, al gobierno o al mundo y seguirán siendo verdaderas, claras y firmes.

Piensa que la sociedad puede ser mejor si todos nosotros, el mundo entero, tiene leche y galletas a las diez y si todas las tardes se echan la siesta con nosotros en las colchonetas. Y si todos los gobiernos tienen siempre como política básica colocar las cosas en su sitio y arreglar sus propios líos.

Y comprobarás que continúa siendo cierto, no importa cuál sea tu edad, que cuando sales al mundo:

lo mejor es darse la mano y permanecer juntos.



Robert Fulghum
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1 comentario:

  1. Yo no fui a la escuela infantil de 0 a 3 y sé que todas esas cosas son importantes. Mi mamá me enseñó todo lo que necesitaba saber, en casa. Lo de las galletas con leche a las diez no me tocó. Pero los cuentos y lo de cogerse de la mano y permanecer juntos, si que lo sé muy bien.

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